2014-09-10
El Popular
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-Un video descubierto de Radio-Canada reveló un panorama sombrío acerca de las condiciones laborales de un trabajador extranjero temporal en una granja.
Ivan Guerrero, originario de México, se ahogó en mayo en la finca donde trabajaba. La policía descartó que un accidente fuera la causa de su muerte en Ormstown, Quebec.
Después de su fallecimiento, un grupo local dedicado a ayudar a los trabajadores migrantes compartió un video que grabaron con Guerrero el año pasado. Con un ambiente disciplinado de fondo, el trabajador hablaba directamente a la cámara, contando las dificultades que enfrentaba en el trabajo.
“Es de como si fuera yo, un perro y ella mi dueño”, dijo refiriéndose a su jefe.
Describió sus largas jornadas, horas extras no remuneradas y sin libertad.
Al referirse a los trabajadores migrantes agrícolas, comentó ante cámara: “somos seres humanos y me gustaría ser tratado con más dignidad”.
Guerrero había estado viniendo a Canadá durante cuatro años, recogiendo verduras para enviar a México sus ganancias para mantener a su esposa y sus dos hijos.
En el primer día de su quinto verano en el país, falleció al tratar de arreglar una fuga cerca de su vivienda. Se necesitaron tres días para que alguien contactara a las autoridades.
Melvin Méndez trabaja para Somos Hermanos, el grupo de apoyo que registró el video. Informó que a menudo se reúne con los trabajadores extranjeros temporales y, en ocasiones, registra sus conversaciones.
“Esta no es la primera queja que ha tenido sobre este empleador en particular”.
“Hemos ido a esta granja durante siete años y la mayoría de los trabajadores ha dicho que son privados de libertad”, dijo.
Sin embargo, el empleador respondió: “los trabajadores son libre de ir y venir”.
El empleador de Guerrero se negó a una entrevista con los medios de comunicación, pero dijo a Radio-Canadá que sus trabajadores tienen bicicletas y pueden entrar y salir cuando desean.
Agregó que fueron contratados para trabajar y no para divertirse, comentando que la mayoría no les gustaban salir por razones de seguridad.
Cuando se le preguntó acerca de Guerrero y la demora que tomó para que el personal llamara a la policía, explicó que la muerte se produjo durante el fin de semana y que no se había dado cuenta de Guerrero había desaparecido.
Alrededor del 10 por ciento de la fuerza laboral agrícola de Quebec proviene del extranjero, principalmente de México, Guatemala y las Indias Occidentales. Esto representa alrededor de 8.000 hombres y mujeres.
Si bien la mayoría trata de tener una vida aceptable, algunos describen sus condiciones de trabajo similares a la esclavitud y confiesan que no tienen a quién acudir para buscar ayuda.
Eugénie Depatie-Pelletier, especialista en derechos de trabajadores migrantes, dijo que la legislación actual deja a los trabajadores desprotegidos y que el gobierno tiene que intervenir.
Explicó también que las leyes laborales no protegen a la industria agrícola en su conjunto y que la ley de inmigración, al establece que los trabajadores deben estar vinculados a un empleador específico, crea un problema porque estos trabajadores pueden sentirse forzados a aceptar condiciones riesgosas.
“Ellos se ven obligados a trabajan incluso cuando están muy cansados y esto, por supuesto, conduce a enfermedades y lesiones, a veces incluso la muerte. Cuando se enfrentan a abusos, cuando son objeto de discriminación, guardan silencio para asegurarse de que no van a ser despedidos porque entonces perderían el derecho a trabajar en Canadá”, dijo.
Depatie-Pelletier agregó que historias como la de Guerrero son, por desgracia, demasiado común.
A los trabajadores se les dice que pueden acudir a los consulados de sus países para solicitar ayuda, pero esto es, por lo general, falso. “Los programas de trabajadores extranjeros son muy lucrativos para los países participantes por lo que el personal consular es reacio a intervenir por miedo a perder el acuerdo comercial”.
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